jueves, 9 de agosto de 2012

La revolución colectiva (libro)

"La revolución colectiva" es un libro que está a medio camino entre el libro de desarrollo personal y la crítica sobre cómo las personas estamos mal-organizadas hoy en día. El libro está disponible en amazon y en bubok. En la página de bubok te puedes descargar las primeras páginas del libro de forma gratuita.

¿Qué cuenta el libro? La hipótesis central del libro es que como personas podemos alcanzar grandes logros, de eso no cabe duda, pero es evidente que para determinadas metas necesitamos la interacción colectiva y ahí es donde somos un auténtico desastre.

En multitud de ocasiones no conseguimos entendernos, trabajar bien en grupo o compartir los recursos, de tal forma que aparecen una serie de problemas, complicaciones y dificultades que pueden llegar a ser muy graves.

El libro tiene una estructura de dos bloques. Hay una parte para el desarrollo individual: autoestima, objetivos, toma de decisiones y pensamiento y otra para lo colectivo: trabajo en equipo, técnicas creativas, objetivos colectivos, dificultades, la conformidad y un largo etcétera.

En cada capítulo (hay 25 capítulos) encontramos un comienzo que cuenta una historia de la realidad a modo de ejemplo y punto de partida para luego abordar la temática.

Pues bien el libro, explica una metodología básica para aprender a recorrer ese camino que va del desarrollo individual a la organización colectiva sin que nos venzan las dificultades.

Estamos acostumbrados a trabajar solos y nos falta aprendizaje y madurez para saber organizarnos de forma colectiva. Durante los últimos años se ha fomentado más el individualismo como sucede en el mundo de los tiburones.

El ser humano debe de ser respetado en su individualidad si queremos que el nivel colectivo funcione. No se trata de ir todos juntos sin pensar, como hacen las sardinas, se trata de respetar y disponer de cauces para que cada uno pueda desarrollar su creatividad y su singularidad, al tiempo que tenemos que aprender a convivir en el nivel social.

Es el equilibrio entre igualdad y libertad. El libro pretende en último término acercarnos al "mundo de los delfines", es decir, servir de inspiración para crear y para organizar grupos y colectivos que puedan generar cambios y transformaciones positivos en la sociedad.

Si el libro lo quieres comprar en ebook lo encuentras en amazon sin DRM y si lo quieres compra en papel está disponible en Bubok y en donde se pueden descargar los 5 primeros capítulos en pdf.

En la edición en papel tiene 304 páginas. Si quieres puedes leer el primer capítulo íntegro.

domingo, 5 de agosto de 2012

Análisis del discurso de Angela Merkel

En este caso vamos a analizar el discurso que la canciller alemana Angela Merkel realizó el 31 de diciembre de 2011 en un discurso de corte navideño dirigido al mundo entero, pero especialmente al pueblo alemán.
El discurso está disponible en Youtube en este link. Originalmente está en Alemán.

Lo primero que llama la atención en este dircurso es el tono amable y tranquilo del mismo. No hay ninguna exaltación ni acaloramientos discursivos muy propios de otro tipo de eventos como por ejemplo los mítines políticos. En los mensajes navideños, los discursos suelen ser planos y contenidos en la forma, es decir, poco expresivos. Por ejemplo, aquí en España en el discurso de su majestad el Rey Juan Carlos I, el discurso suele  ser muy monótono y repetitivo generando poco entusiasmo. 

Angela Merkel con su
posición de manos
característica.
Merkel destila autocontrol, moderación y una pose equilibrada durante todo el discurso. Su postura es rígida, poco expresiva. Sus manos permanecen juntas unidas por los dedos, en un gesto que ella misma utiliza con frecuencia y que expresa su deseo de autocontrol.

Merkel mira a la cámara con seguridad, mantiene la mirada y expresa confianza y sinceridad. Su voz es expresiva, pero monótona. No hay cambios de tono ni de velocidad. No hay ningún resquicio de que ese discurso sea un acto comunicativo personal. Es un discurso muy institucional.

El contenido, como suele ser habitual en estos casos, es previsible, generalista, trazado en las grandes ideas y principios. Son discursos de apuntalamiento político en donde no se dice nada nuevo, solamente se citan los grandes ideales como la libertad, la seguridad, la democracia, el esfuerzo, la participación colectiva, el medio ambiente y la esperanza de un futuro mejor para Europa. Todo ello salpicado con algunas alusiones a la realidad, pero también muy generalistas.  

Merkel habla de una forma tan equilibrada que finalmente el discurso termina por resultar aburrido y lleno de lugares comunes. En algunos momentos, hacia el final, se hace un pequeño llamamiento a las emociones. Se habla del poeta romántico Heinrich Heine e incluso parece personalizar un poco el propio discurso. Después, Merkel incluso parece “sonreir”, digo parece porque de hecho no lo hace, tan solo traza una ligera mueca en el labio. Es el único gesto emocional que se permite y que queda muy atenuado por su autocontrol que nunca la abandona.


En otros discursos de Merkel, como por ejemplo el que realizó ante la OMT, nos encontramos con una Merkel un poco más expresiva. Sonríe más, gesticula más con las manos, abandona la rigidez corporal, a pesar de lo cual mantiene una pose corporal y gestual autocontrolada. Eso sí, sigue transmitiendo esa base de tranquilidad, seguridad y confianza, muy característico en ella. 

En definitiva y volviendo a nuestro discurso navideño, Merkel comunica de forma efectiva, y segura, con gran confianza en su capacidad, pero curiosamente no lo hace con la espontaneidad de un verdadero comunicador. Es una comunicadora que estudia sus discursos y los practica para no dejar nada al azar. Probablemente cree absolutamente en lo que dice, pero no permite que ningún atisbo de personalización o de sentimentalismo se inmiscuya en su oratoria.

Todo esto hace que su comunicación no sea muy popular y por lo tanto no genere entusiasmo si no más bien tedio e indiferencia mezclado con sinceridad, confianza y profesionalidad. En pocas palabras, todo un discurso a la alemana cargado de contradicciones. 


Para aprender más sobre oratoria puedes consultar mi libro "Aprender a hablar en público" disponible en amazon.

martes, 24 de julio de 2012

Impuestos que frenen la crisis

Una de las cosas más curiosas de esta crisis que estamos viviendo es la enorme desinformación y manipulación a la que estamos sometidos los ciudadanos. El ciudadano medio apenas lee, por ejemplo nunca ha oído hablar de la Ley Grahm Leach Bliley, ni por ejemplo conoce el Bank of International Settlements ni tampoco se lee los informes del Banco de España, o conoce la norma Volkcer, o bien se ha visto las charlas de Richard Wilkinson sobre los efectos de las diferencias entre ricos y pobres, solo ve la televisión y comenta las cosas mediante chascarrillos, así la mayoría de la gente no se entera de cómo funciona la economía moderna y creo que los que dirigen el país tampoco. Van reaccionando y utilizan eufemismos tontos para explicar cosas complicadas.

Joseph Stiglitz
Con este panorama es más importante que nunca estar bien informado para no caer en los tópicos o en los engaños. Me explico, los políticos nos están vendiendo la burra de que no hay mas remedio que recortar en tu salario o en tu pensión o en eliminar trabajos y así un largo etcétera. Pero esto no es del todo verdad, hay otras alternativas, lo que pasa es que como no hay un "lobby de ciudadanos", no tenemos el poder de influir en las decisiones que nos afectan, ese poder solo lo tenemos a la hora de votar o si hay una revolución que no tengo del todo claro si saldría bien.

Cuando las cuentas de un Estado no van bien hay dos soluciones. Una disminuir los gastos. Los famosos recortes. Y dos aumentar los ingresos. Esto es aumentar los impuestos. Por lo general los impuestos pueden aumentar (depende de la política fiscal) si la economía crece, es decir, si hay más gente trabajando, si hay más consumo y si los salarios en su conjunto crecen por el IRPF directamente e indirectamente por el consumo.

La Fundación Ideas elaboró un informe en el año 2010 (¡ojo a la fecha y al hecho de que no se ha hecho nada o muy poco!) coordinado por el Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz. El informe que pongo aquí en su totalidad y recomiendo su lectura completa para los que hablan tanto de economía, propone principalmente tres impuestos alternativos para incrementar los ingresos de los Estados: a) impuesto de plusvalías a corto plazo b) impuesto sobre bancos e c) impuesto sobre trasacciones financieras.
El mercado de OTC creció de forma gigantesca
y no está regulado lo que genera una enorme
peligrosidad en los mercados. 

Estos impuestos ayudarían a recaudar ingentes cantidades de dinero y pondrían freno a la actividad especulativa, que no lo olvidemos, no aporta nada a la economía real y es una de las causas de los descontroles financieros de los mercados. Actualmente el sector financiero ha experimentado un crecimiento bestial, supone 70 veces el PIB y se basa en la especulación en el corto plazo en lo que se denomina mercado secundario de derivados.

El mercado de derivados ejerce una enorme distorsión sobre la economía real y no aporta bienes o servicios palpables. Mientras que el ciudadano de a pie se compra un lápiz (por ejemplo) y tiene que pagar ya un impuesto (el IVA), el financiero hace operaciones de muchísimo dinero sin pagar prácticamente nada. Es decir, la gran realidad es que NO ESTÁN REGULADOS LOS MERCADOS FINANCIEROS y eso ejerce un efecto negativo sobre la economía.

Desde que se derogara la Ley Glass-Steagall en los EE.UU. gracias a las políticas neoliberales, se generó un caldo de cultivo ideal para la actual crisis. Con este informe, y con este vídeo en donde explico muchas otras medidas, ahora sí, tenemos más argumentos para defender otras políticas para que no nos digan otra vez "no hay más remedio".